En un mundo donde la tecnología avanza a pasos agigantados, la necesidad de simplificar las conexiones entre dispositivos se ha vuelto imperativa. Desde Shenzhen, el epicentro tecnológico de China, surge GPMI (General Purpose Media Interface), un nuevo estándar de cable que promete revolucionar la forma en que conectamos nuestros dispositivos electrónicos.

¿Su objetivo? Reemplazar los actuales cables HDMI y USB-C. El cable GPMI unifica la transmisión de datos, vídeo en 8K y suministro de energía en una sola conexión, ofreciendo dos variantes: GPMI-B, con un ancho de banda de 192 Gbps y una potencia de hasta 480 W, y GPMI-C, compatible con USB-C, que alcanza 96 Gbps y 240 W.

Una de las grandes ventajas de GPMI es su retrocompatibilidad, lo que permitirá a los usuarios adoptar este nuevo estándar sin necesidad de cambiar sus dispositivos actuales. Además, incorpora el protocolo de protección de contenido ADCP, basado en algoritmos criptográficos nacionales de China, garantizando una comunicación segura entre dispositivos.

La implementación de GPMI podría significar el fin del desorden de cables y la mejora significativa en la calidad de audio y vídeo, especialmente en plataformas de streaming y videojuegos. Aunque aún no se ha integrado en productos comerciales, su adopción masiva podría estar más cerca de lo que imaginamos, marcando el inicio de una nueva era en conectividad tecnológica.