Batalla en casa: televisión VS Internet ¿quién gana?
La televisión es uno de los medios de comunicación de masas más influyentes que existen. Desde su aparición a mediados de los años 50 ha ido ganado terreno hasta convertirse en un elemento imprescindible en cada casa. Antiguamente la pelea por ver qué canal se sintonizaba era habitual, cuando tener un aparato de televisión era un auténtico lujo, pero actualmente, ya no es extraño que haya al menos dos televisores u otro tipo de dispositivos como el ordenador o la Tablet, que hacen que el entretenimiento en el hogar no dependa únicamente de la televisión.
En estos últimos años ha entrado en juego otro factor determinante: Internet. Una de las últimas encuestas del Instituto Nacional de Estadística (INE) del año 2014, refleja que el 74,4% de los hogares en España ya disponen de conexión a Internet, casi 5 puntos más de los que lo tenían en 2013, y su presencia va en aumento. Además, la encuesta refleja que el 77,1% de los internautas se conectaron a la Red mediante el teléfono móvil. El acceso masivo a Internet tiene un gran impacto en nuestra vida diaria. Su presencia nos permite comunicarnos y relacionarnos de otro modo, así como acceder a información o a contenidos audiovisuales cómo y cuando queramos.
En este sentido cabe destacar un nuevo fenómeno que cada vez se produce más habitualmente. Uno de los últimos estudios realizados por la Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación (AIMC), aseguran que el 40% de los televidentes simultanea el consumo de televisión y el de Internet de manera frecuente. También asegura que el 38,2% utiliza alguna aplicación en su móvil o Tablet relacionada con la televisión, principalmente para opinar o comentar los espacios televisivos.
Este cambio de hábitos en el consumo de entretenimiento e información no ha pasado desapercibido para las grandes productoras y cadenas de televisión. Conscientes de esta nueva realidad, saben que gran parte de sus espectadores están hoy en día en Internet y que estos quieren ver sus programas o series pero sin anuncios, en cualquier momento y en cualquier lugar. Ya no quieren esperar a que llegue el martes por la noche para disfrutar de su serie favorita, sino que quieren poder verla cuando ellos quieran.
Este escenario ha favorecido la aparición de plataformas digitales como Netflix que, previo pago, permiten disfrutar de series y películas en cualquier momento y en cualquier dispositivo. Este nuevo concepto donde es el usuario el que decide qué quiere ver y no un canal el que determina lo que el espectador ve cada noche, ha facilitado que nuevos productos como las Smart TVs o la Televisión por IP, sean cada vez más una alternativa real para los usuarios, ya que permiten soluciones multimedia mediante redes de datos estándar, pudiendo así ofrecer servicios como televisión, telefonía, Internet, multimedia. . .
En definitiva estamos ante un futuro en el que la interconexión entre la televisión tradicional e Internet será más estrecha que nunca, difuminando la línea que separa ambos y haciéndola cada vez más imperceptible.