Se las podría llamar utópicas y parecen cosa del futuro, pero la verdad es que son un proyecto que lleva en marcha desde los años 90 en el que con fuerza de voluntad, inversión y unanimidad es posible crear ciudades más sostenibles y eficientes combinando personas y tecnología.

Pero, ¿de qué película han surgido éstas ciudades inteligentes? Sucesoras de las llamadas Ciudades Digitales, la aparición de las Ciudades Inteligentes (o Smart Cities en inglés) responde a la limitación de recursos y la necesidad de reinventar la forma en la que vivimos en las ciudades, donde reside la mayor parte de una población mundial que va en aumento.

Este tipo de ciudades apuestan por la competitividad, la colaboración, la planificación, la creatividad y la sostenibilidad, creando mejores infraestructuras a través de las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) para así dotar a sus ciudadanos de las herramientas necesarias para aportar mayor valor a las ciudades.

El objetivo principal de las ciudades inteligentes es la construcción de valores añadidos que las hagan únicas respecto al resto de ciudades a nivel internacional.

Cuando hablamos de valores añadidos de una ciudad, hablamos de valores como la inclusión de todos los ciudadanos en la vía pública, la transparencia en la administración, una mejor distribución de los recursos mediante una mayor sostenibilidad de los mismos y la clusterización, es decir, la especialización de la ciudad en un aspecto concreto para así diferenciarse del resto.

Para alcanzar esa diferenciación lo ideal es que las ciudades generen riqueza mediante un modelo de negocio que genere nuevos puestos de trabajo sin un aumento de impuestos, impulsar la economía digital y la industria cultural mediante el emprendimiento y el conocimiento compartido, fomentar la movilidad inteligente con un transporte más eficiente y una tecnología más asequible y, por último pero no menos importante, adaptarse al medio ambiente.

En el caso de España, donde un 80% de la población es urbanita, se puso en marcha el Plan Nacional de Ciudades Inteligentes (https://youtu.be/YMLiJVJdNUg). Este plan se centra en el desarrollo de la eficiencia energética o la ciberseguridad entre otros valores, implementando, por ejemplo, puntos de recarga de energía para coches, redes de distribución inteligente de agua o energía.

Así que, ahora, la pregunta que te hacemos es: ¿vives en una ciudad inteligente? Y si la respuesta es no, ¿te gustaría vivir en una de las ciudades del futuro?