A pesar de llevar años familiarizados con los mundos virtuales (sobre todo en el sector del videojuego), hasta el momento estos se caracterizan por ser mundos de fantasía donde vivir aventuras.

El Metaverso, sin embargo, hace alusión a un mundo virtual creado para simular una realidad externa alternativa donde interactuar con otros avatares. Por ejemplo, facilitaría las reuniones de trabajo en oficinas virtuales o interacciones más realistas con personas que están lejos desde la comodidad de nuestra habitación.

Para acceder a él tendremos que conectarnos no solo a través de las ya conocidas gafas de realidad virtual, sino también con sensores de realidad aumentada que registren nuestros movimientos o expresiones faciales y nos permitan interactuar de una forma más profunda y real. La incorporación del lenguaje corporal es una de las claves del este nuevo universo paralelo.

La libertad de creación es otro de los rasgos principales del Metaverso, tanto a la hora de crear nuestro propio avatar como el entorno que nos rodea. Se espera que, además, pueda ofrecer la posibilidad de crear negocios virtuales y, por ende, puestos de trabajo de la misma índole. Para ello tendría que contar con su propia economía o moneda virtual similar a los bitcoins que poder adquirir con dinero real.

El Metaverso busca una experiencia inmersiva, más allá de la superficie que nos ofrecen los videojuegos u otras realidades virtuales conocidas en el presente. Pero de momento es un proyecto en ciernes, un primer boceto que está siendo creado por empresas como Facebook.