Inteligencia Artificial, ¿de verdad estamos tan cerca?
La Inteligencia Artificial quizá sea uno de los campos de la ciencia y la investigación que más nos intrigan. La IA se ha reflejado en multitud de libros y películas en los que, normalmente se presentaban unos robots o humanoides que comenzaban siendo muy amigos de los humanos pero que terminaban siendo destructores de los que habían sido sus creadores. Catástrofe mundial incluida.
Películas aparte, la Inteligencia Artificial es un campo de estudio realmente apasionante. No se trata de programar una máquina para que realice una tarea de manera correcta, se trata de conseguir que esa máquina aprenda e interiorice ciertas pautas y sea capaz de tomar decisiones basadas en experiencias previas. Es decir, a tomar decisión después de un aprendizaje.
Esto que parece aún muy lejano está cada día más cerca gracias a los avances que compañías como Google o Microsoft realizan en sus laboratorios. Recientemente la máquina AlphaGo diseñada por Google, pudo ganar al campeón del mundo de Go, un juego similar al ajedrez pero oriental y que resulta realmente complejo. A diferencia de lo que ocurrió hace 20 años cuando Kaspárov se enfrentó a DeepBlue, en esta ocasión la dificultad del juego consistía en que AlphaGo debía jugar como un humano basándose en su intuición. Para llegar a este punto fue necesario poner a trabajar a 16.000 ordenadores para que AlphaGo pudiera aprender los movimientos del juego lo que dio como resultado que, de las cinco partidas jugadas, la máquina ganó cuatro de ellas.
Este logro, realmente importante, está aún muy lejos de conseguir que una máquina pueda ser un cerebro humano o pueda funcionar como él. Los expertos son partidarios de tendencias más realistas como las aplicaciones actuales de la Inteligencia Artificial con las que ya convivimos, como los motores de búsqueda o aplicaciones destinadas al campo de la medicina.
La realidad es mucho más compleja por lo que conseguir que una máquina pueda aprender del entorno de manera natural, distinguir el bien del mal, sigue siendo un gran reto. En Microsoft saben lo difícil que es, ya que recientemente han tenido que eliminar de Twitter el perfil creado para Tay, un programa informático que empezó el día amando a la humanidad y lo terminó alabando al nazismo. Obviamente desde la compañía aseguran que hubo un ataque coordinado contra Tay y que por eso reaccionó así y lanzó mensajes ofensivos, pero sin duda, casos como éste, nos hace darnos cuenta de que aún nos queda mucho camino por recorrer antes de acercarnos a crear Inteligencia Artificial.