LAS CASAS DEL FUTURO, ¿COSA DEL PRESENTE?
La tecnología se ha puesto al servicio de la sociedad para, entre otras cosas, mejorar y facilitar la convivencia de los ciudadanos. En este escenario, las viviendas también han sufrido una importante revolución tecnológica y se han convertido en un elemento fundamental a través del que seguir avanzando hacia un futuro mejor y más confortable.
Al imaginar cómo serán las casas del futuro seguiremos pensando en el número de habitaciones que tendrán, su ubicación, lo que costarán o, después de vivir un confinamiento, la posibilidad de que tengan balcón, terraza o jardín. Sin embargo habrá otras cosas en las que no repararemos y que daremos por sentadas como que tendrán electrodomésticos, acceso a internet, televisión… Se nos olvida que hubo un tiempo en el que ninguno de estos avances existían y es que, aunque nosotros no los hayamos percibido como grandes cambios, la tecnología lleva implementándose en nuestros hogares desde hace más de un siglo para mejorar nuestra calidad de vida.
En las viviendas no ya del futuro, sino en las de hoy en día, nos encontramos con nuevos elementos como la domótica con total normalidad. La climatización digital, las funciones del hogar controladas mediante el teléfono móvil, la video-vigilancia… son implementaciones que ya nos resultan habituales y con las que hemos conseguido dotar a nuestros hogares de mayor confort y calidad.
También nos resultan cada vez más familiares otros conceptos como la arquitectura bioclimática, la eficiencia energética y el consumo racional. Por ejemplo las casas que se construyen con una determinada orientación para aprovechar al máximo la luz natural y así ahorrar en electricidad; o las viviendas construidas con materiales de mayor aislamiento térmico con las que consumimos menos calefacción.
Incluso la decoración de interiores ha evolucionado para ofrecer una mayor efectividad y armonía con la rutina de sus habitantes. Con el teletrabajo como una opción cada vez más viable, conciliar la vida profesional con la personal en el mismo espacio requerirá de flexibilidad y versatilidad.
Todos estos nuevos conceptos no son el futuro, son un presente muy vivo que evoluciona día a día mejorando nuestra calidad de vida. Quizá todavía no nos hemos dado cuenta pero ya estamos viviendo en las casas del futuro.